jueves, 20 de agosto de 2020

Fallecimiento de Adultos mayores en casas islas y el difícil manejo del COVID-19 a la sombra de edificios

 

Informamos el lamentable fallecimiento de dueña de reconocida casa isla de Tobalaba.

La propietaria de una de las casas isla que fue una de las primeras casas que quedaron vergonzosamente como isla en nuestro sector norte de Ñuñoa, falleció en estos días por enfermedades preexistentes y contagiada de COVID-19.

El contagio abarcó a varios miembros de esa familia y personal que la cuidaban en su casa.

Su casa diseñada por arquitectos que ocupaban los antiguos estándares dados por el Instituto de Higiene de Santiago, de comienzos del siglo XX, dirigido por el Dr. Pedro Lautaro Ferrer, respetaba rasantes, distanciamientos, densidades, antejardines y otras normas urbanísticas, así como se muestra en esta antigua fotografía de maquetas de casas que se desarrollaban en el Instituto de Higiene de Santiago, que asemeja a muchas casas que todavía quedan en Ñuñoa, que respetan la capacidad sanitizadora del sol, tanto del prójimo y el suyo propio:

Casas similares a las ñuñoinas diseñadas por el Instituto de Higiene

Esta cómoda casa ahora rodeada por edificios, ya no fue suficiente para detener el Coronavirus en esta familia, ¿cuánta responsabilidad corresponde a nuestras autoridades que han permitido que se construya sin ningún criterio de higiene rodeando abusivamente las propiedades vecinas con edificios, que no respetan el acceso vital a los beneficios sanitizadores del sol?

La casa de nuestra difunta vecina, dada la agresión sin tregua que sufrió su propiedad y que no bastándole aquello detrás de esta propiedad se encuentra un “condominio isla”, figuró como emblema en publicaciones de medios de comunicación sobre la agresión sufrida por nuestro barrio:

 

Casa Isla de vecina fallecida publicada en la prensa nacional

Casa Isla de vecina fallecida publicada en la prensa nacional

Al contemplar la agresión hacia la casa de nuestra vecina y su familia, que se muestra en la fotografía anterior, nos debiera motivar a no permitir que este tipo de irregularidades se sigan cometiendo en nuestra comuna y en nuestro país.

Finalmente saludamos a nuestra ilustre vecina que trabajó por largos años en la USACH, a pesar que no faltará quién con mano ajena estará feliz, pues solo verá que está disponible otro paño de nuestra comuna, ahora para perjudicar a los que antiguamente les vendió los departamentos de estas torres que malograron a nuestra vecina.