Escándalo causó en la comuna de Ñuñoa el comportamiento de la Jueza del 1er
Juzgado de Policía Local del Municipio que hizo trabajar a una funcionaria calificada
de alto riesgo, haciéndola retornar a su trabajo afectando todo el edificio de
Servicios Públicos de Ñuñoa donde se reparten y despachan las cajas de ayuda a
los vecinos y ancianos de Ñuñoa.
Incomprensible resultó para los ñuñoinos enterarse que en un primer momento
a una funcionaria del 1er Juzgado de Policía Local que se había enviado por las
autoridades Municipales para que realizara teletrabajo desde su hogar, pues
estaba calificada como de grupo de alto riesgo por problemas respiratorios, le
fuese solicitado por la superior de ese tribunal su retorno al trabajo
presencial el día 15 de abril de 2020.
Para poder realizar su labor en modalidad teletrabajo fue necesario enviarla a su hogar con su computador personal, vale decir la CPU, pantalla y teclado, ya que dicha funcionaria tenía asignado ese equipo.
Para poder realizar su labor en modalidad teletrabajo fue necesario enviarla a su hogar con su computador personal, vale decir la CPU, pantalla y teclado, ya que dicha funcionaria tenía asignado ese equipo.
La situación subió de tono pasando al absurdo cuando la comunidad poco a
poco se ha enterado de los detalles de la situación.
Según informaciones recabadas por vecinos, el asunto tuvo su origen en una
actitud de querer lucirse con la Ministra Visitadora del primer Juzgado de
Policía Local de Ñuñoa Sra. Maritza Villadangos Franckovich, entregando un
informe con el avance de las causas que lleva el 1er Juzgado de Policía Local
de Ñuñoa ante la Corte de Apelaciones de Santiago. Todo el mundo sabe que las
Cortes están trabajando en aquellos asuntos fundamentales e impostergables, a
pesar de eso la Jueza del 1er Juzgado de Policía Local de Ñuñoa quería cumplir
sin importarle que el 1er juzgado se encontraba trabajando en turnos y en
teletrabajo para no arriesgar a sus funcionarios y permitir funcionar a este
juzgado de manera ininterrumpida.
En lugar de solicitar a la funcionaria en teletrabajo que realizara el
informe desde su hogar y posteriormente revisarlo antes de mandarlo a la Corte
de Apelaciones, la jueza le pidió que concurriera al juzgado, junto con casi
todo el personal de dicho tribunal para poder cumplir con su meta personal.
De nada sirvió que la funcionaria le comunicara por teléfono a su señoría
que no se encontraba bien y tanto ella como su esposo estaban con un fuerte
resfriado, “venga no más bien abrigadita”
le habría dicho la jueza.
La disciplinada funcionaria tomó un taxi para llevar su incómodo y pesado
computador personal nuevamente al juzgado. Como el tribunal se encuentra en el
cuarto piso y dicho edificio lleva meses con el
ascensor descompuesto y dado su precario estado de salud, un funcionario
del edificio y otro funcionario de informática que estaban en el edificio
amablemente le ayudaron a subir al cuarto piso su computador, además de
realizar las labores de conexión de éste computador.
Cuando estaban en lo mejor del trabajo colectivo, procedimiento que es de
la comodidad de la jueza, de revisar el informe que enviaría posteriormente la
jueza a la Corte de Apelaciones, la funcionaria empezó con tercianas y ahí
recién le permitió volver a su casa, que por el estado de salud dejó ahora su
computador en la oficina.
Como podrán sospechar, no era un resfrío lo de la funcionaria, ella y su marido estaban afectados por
COVID-19. Cuando se supo esto, la jueza agravó su falta guardando silencio
y fue un oficial subalterno que avisó al Municipio para que se empezaran a
tomar las medidas del caso.
Así se tuvo que enviar a prácticamente a todos los funcionarios de dicho
juzgado a guardar la debida cuarentena, dejando al juzgado en los hechos sin
funcionar.
Pero mientras se tenía certeza del resultado de los exámenes, los
funcionarios siguieron asistiendo a ese concurrido edificio, aparentemente
nunca pudieron detectar bien a los funcionarios que ayudaron a la afectada a
subir con su computador ni a los que compartieron con ellos, ni al taxistas que
la transportó. Incomprensiblemente resulta que hasta la fecha el portero y el
funcionario de informática que la ayudaron nunca han sido puestos en cuarentena
y han continuado transitando por todos los edificios y dependencias
municipales. Para colmo, a solo 48 horas de los hechos, todos los funcionarios
fueron convocados a vacunarse en ese mismo edificio contra la gripe.
Lo más preocupante del caso es que desde ese mismo edificio, que varios
días después fue sanitizado, con funcionarios que ahí trabajan se hace el
reparto de las cajas de ayuda a los hogares más necesitados y para los ancianos
de la comuna.
La reacción de la comunidad fue clara exigiendo que las autoridades
Municipales hagan una denuncia ante la Corte de Apelaciones a la Ministra
Visitadora Sra. Maritza Villadangos Franckovich, por la actitud inapropiada de la jueza que hace dudar de su
criterio para impartir justicia, la noticia fue publicada por Radio Bio-Bio en este link.
No es primera vez que se reciben quejas del criterio y
actuar de la jueza de ese primer juzgado de policía local, que
desafortunadamente le corresponde entregar justicia a todo el sector norte de
Ñuñoa. Ahora entendemos la razón por la cual cuando los vecinos han reclamado
en el Municipio, los mandan a hacer una denuncia al Juzgado de Policía Local.