Mientras el país está en cuarentena preocupado de
la salud de los chilenos, en Ñuñoa se sigue demoliendo, poniendo en riesgo la
salud de los vecinos y de todos los trabajadores de una obra.
Si bien el Municipio ante la crisis sanitaria ha suspendido
las clases en la comuna, está poniendo en riesgo la salud de estos mismos niños
y sus familias amparándose en los beneficios económicos, que la actividad especulativa
inmobiliaria genera a unos pocos inversionistas sin corazón, sin alma ni
cerebro.
Los angustiados vecinos denuncian que el lunes 16
llegó una retroexcavadora a las propiedades de la cuadra de La Verbena entre
Bremen y Coventry, en plena vigencia del ahora estado de catástrofe, haciendo
declaraciones en el papel como si con frases marqueteadas y eslogan fueran a
detener la catástrofe sanitaria y económica en curso.
Mientras recomiendan y legislan sobre teletrabajo,
aislamiento domiciliario y cuarentena por el Covid-19, el Gobierno, alcaldes y
demás autoridades decretar suspensión de clases, y rimbombantes declaraciones,
en la tan desprestigiada televisión cuya propiedad pertenece a los mismos
inversionistas inmobiliarios de siempre, como los dueños del Banco Chile en el
caso de canal Trece, antiguo canal “católico” o Megavisión propiedad de los
mismos dueños de Sodimac, o canal “nacional”, saco sin fondo de políticos
desprestigiados de todos los sectores, así los chilenos tenemos que encontrar
respuestas en canales internacionales de información o youtubers que nos
cuentas con independencia la verdadera situación de personas normales, una
inmobiliaria inició la demolición de casas afectando con un ruido espantoso y contaminación
ambiental, desratizaciones ineficaces y condiciones de falta de higiene en
grados irracionales ante las actuales circunstancias, explicadas solo por la
codicia mientras miles de comerciantes, arrendadores, pequeños y medianos y
grandes empresarios hacen las perdidas en atención al bien común y por lo tanto
suyo propio.
Con una crueldad infinita, la empresa amparada
por un municipio inoperante en materias urbanísticas, cuyas autoridades ya
piensan en cómo financiarán sus campañas que les asegure un sueldo por los
próximos 5 años, asistiendo a cócteles e inauguraciones de departamentos
diminutos, provocando el mismo hacinamiento que tuvieron nuestros padres y
abuelos cuando habitaban las poblaciones callampas, campamentos o cites, que
eran las viviendas en que la gran mayoría de la población de Santiago habitaban
hace no tantos años, y que gracias a las leyes, ordenanzas y Planes Reguladores
fueron desapareciendo, hasta que los grandes fondos de inversión controlados
por los mismos dueños de Chile, que impiden que el futuro de nuestros hijos y
nietos sea mejor que el que nosotros habitamos.
Curiosamente somos los viejos, los más
virulentamente atacados por un microorganismo que ha decidido hacer justicia
por la codicia de nuestra generación, que invierte en Fondos Mutuos, y acciones
que están condenando a las futuras generaciones a condiciones de eternos
arrendatarios, tal y como fuera los tiempos de las servidumbre que nuestros
Héroes independentistas, liberales y republicanos murieron por heredarnos.
Los mismos vicios del clientelismo totalitario de
las antiguas monarquías, se adueñan ahora de nuestros ahorros previsionales que
muchas veces terminan financiando las verdaderas condenas a muerte, que
significa mantener trabajando obreros y profesionales levantando sus hacinados
edificios, destinados a nuestros propios hijos que con mucho sacrificio logran
accede a créditos impagables y vitalicios para adquirirlos, motivo por el cual
masivamente han ocupado las calles por sus hijos y abuelos sin ser escuchados.
¿Quién cuidará ahora a los viejos? ¿su ISAPRE, su AFP, su Banco?, ¿Quién los
acompañará arriesgando sus jóvenes vidas para darles una atención digna?, y por
qué no decirlo, ¿una muerte del mismo tenor?, ¿Quiénes están arriesgando sus
propias vidas en los consultorios con sueldos indignos por sanarnos o
manteniendo la limpieza, orden y seguridad?.
Lo que se reclama incluso con violencia es
DIGNIDAD, que los mismos políticos de siempre tradujeron en “nueva
constitución” porque según ellos la actual no les sirve y sin embargo con
alivio decidirán no arriesgar nuestras vidas para que digamos que sería bueno
un nuevo texto, a pesar que si el actual texto deficiente tampoco lo cumplen,
menos esperan cumplir el otro.
Si hubiera voluntad simplemente debieran aprobar
en el parlamento la realización de una nueva constituyente, y dejar que la
inmensa mayoría de los chilenos recuperen la fe y afrontemos unidos las
penurias que ellos mismos nos anuncian, y de la cual también son responsables,
porque así como han permitido el abuso del alza de precios en bienes básicos,
del alza de impuestos, la existencia de jubilaciones miserables, también han
permitido el hacinamiento que han dejado proliferar de nuevo en Chile,
alterando las recomendaciones más elementales de la medicina social de la cual
los chilenos fuimos pioneros y cuyos resultados nos destacaron a nivel mundial,
pues es la medicina social la cuna del urbanismo nacional, lo cual casi todos
habíamos olvidado.
Necesitamos recuperar la fe, porque es el origen
indispensable de la Felicidad, lo cual tampoco recordábamos hasta ahora, que la
estamos perdiendo por actos concretos de la autoridad y sus financistas, que
hoy ven cómo sus acciones caen arrastrando nuestros fondos de pensiones, como
una consecuencia del ataque de organismos invisibles a nuestros ojos, que se
han convertido en la primera línea de nuestra madre naturaleza, agredida hasta
la brutalidad, y que pareciera que solo se defiende del despiadado mercado que
nada tiene de libre a estas alturas y que no tiene ni Dios ni Ley.
Ya estamos notificados de que muchos de nosotros
nos contagiaremos y algunos no vamos a sobrevivir de esta y que nuestra autoridades ya no hicieron lo que
los Chinos, simplemente no salir. La cuarentena ya está siendo levantada en
China, y nadie murió de hambre o frío, salió caro, pero salvaron a mucha gente
o al menos eso sienten, mientras acá los más viejos una vez muertos
insólitamente significarán un alivio fiscal, pues para justificar la
consolidación del sistema de pensiones escuchamos hasta el hartazgo como
viviríamos 110 años.
Los que se quedaron y estuvieron en las calles
pidiendo dignidad, ya pueden irse a sus casas o diminutos departamentos a hacer
una cuarentena en paz y los que queden en pie seguirán siendo el zumbido en el
oído de las autoridades marqueteras que permiten abusos, como el que están
viviendo hoy nuestros vecinos aledaños a los guetos de luxe, destinados ahora a
arriendo de hermanos extranjeros que escapan de autoridades peores que las
nuestras, o para nuestros propios hijos y nietos habitantes de esta isla con el
mejor sistema de salud del universo.
Como la crueldad de los que creen que las crisis
son oportunidades, o que la ambición genera riqueza, la demolición de varias
casas se está realizando en pleno Estado de catástrofe a menos de 100 metros en
línea recta del CECOSF (Centro Comunitario de Salud Familiar) Amapolas 4899, donde tanto el Municipio como nuestra organización y los
propios Concejales han llamado a vacunarse desde el lunes pasado contra la
Influenza, donde desde ese mismo lunes se ha llevado a inicio la demolición.
Incluso algunos vecinos que han
ido a ver qué es lo que pasa, denuncian que son amedrentados por supuestos
encargados de la inmobiliaria, que tratan de impedir que se filme o saquen
fotos de las cuestionadas labores que realizan, arrogándose la supervisión y el
control de la cuadra completa, ¿es que acaso ocultan que ellos mismos y sus
trabajadores están siendo arrastrados a prestar sus servicios sin respetar las
normas recomendadas por nuestras autoridades? A pesar de lo anterior, el día
lunes una vecina logró sacar unas fotografías desde la calle.
A solicitud de vecinos
afectados se hizo la denuncia al Alcalde y a los Concejales de esta situación y
se les solicitó que revisaran acuciosamente la legalidad de los actos
administrativos que están llevando a realizar esta obra. Ya que según
informaron los vecinos se trataría aparentemente de la inmobiliaria Espacios,
la misma del tristemente famoso edificio Botero y que generó además una
denuncia en el 2018 en la Fiscalía de un grupo de
Concejales entre funcionarios que siguen en el Municipio y dicha inmobiliaria
por cohecho, a pesar de lo anterior y del tiempo transcurrido nada se sabe
del avance de las investigaciones de la Fiscalía ni que se concretarán cambios
en la Dirección de Obras.
Según indican en el barrio, todo este actuar
sobreseguro se explica pues es sabido que en la inmobiliaria Espacio, serían
dueños de su propiedad altos personeros que han participado en el gobierno.
Fotografías del día lunes enviadas por las
vecinas, si es que los dejan pasar hoy por ahí, verán que de al menos una casa
ya no queda nada:
Algunos medios propiedad de los inversionistas
dirán que este es un barrio de ricos que no dejan que los pobres progresen, y
nuestra respuesta es que si esto pasa en Ñuñoa la comuna más amable y vivible
de la región metropolitana, donde conviven hasta la fecha distintos barrios,
entonces podemos imaginar lo que ocurre en las poblaciones dominadas por
narcotraficantes, que lejos de ser luchadores sociales aman este sistema, en
que lo único que importa es cuánto dinero puedes juntar no importa a costa de
quien. ¿Piensa alguien que un narcotraficante de buen pasar no es un hombre de
negocios que si invierte bien sus ganancias será un intocable y terminará en
caso de ser sorprendido en algo ilícito en clases de ética?