Alcalde
y Concejo aprobaron Modificación 18 el viernes 29 de junio de 2018 sin considerar los perjuicios que provocaría
a los propietarios de toda Ñuñoa, ni evaluar las observaciones de la comisión del Consejo de
la Sociedad Civil de Ñuñoa.
Si no se apuran en aprobar, se me terminará cayendo esta piel de oveja. |
Todo ha resultado extrañamente irregular
en esta modificación, contando para ello con los votos del Alcalde y los Concejales
de todos los sectores políticos, salvo una abstención. Extrañamente Alcalde y
Concejales no consideraron ni aceptaron ninguna de las observaciones de la comisión del
Consejo de la Sociedad Civil de Ñuñoa, instancia donde la voz de los
propietarios de Ñuñoa suena con fuerza, ya que todos ellos viven en la comuna.
Pareciera que, entre tanta
demolición y perforación, volvimos a la época en que exiguos beneficios a un
sector de la comuna justificaron el perjuicio de otros, maximizando o
intentando maximizar los beneficios de la industria inmobiliaria que depreda la
tan mentada calidad de vida de esta comuna.
Diez años después, se repite el
trabajo poco serio realizado por la SEREMI y el Municipio, Alcalde y Concejales
en la modificación del 2007, donde se perjudicó seriamente a los propietarios
de Ñuñoa, permitiendo el asedio incontrolable de agentes inmobiliarios que verdaderamente
han torturado durante años a los vecinos de Ñuñoa, arrinconándolos en casas
islas y entre guetos verticales.
Lo anterior no es de extrañar, es
más, se presenta como el oculto objetivo que siempre se ha tenido. En esta
modificación el Municipio permitió actuar con total libertad a los mismos
funcionarios Municipales, en connivencia con los de la SEREMI verdaderamente
enquistados, que generaron el nefasto plan regulador del año 2007 y que ha
convertido a Ñuñoa en un Frankenstein urbanístico. Se les permitió actuar a
estos cuestionados funcionarios, sin aprovechar lo que parecía ser una
contraparte externa al Municipio, sin equilibrar las ideas expropiatorias y de
expulsión de vecinos que nefastamente parecen orientar a los profesionales de
la construcción del Municipio. Tal triste escenario ha implicado el abandono e
indefensión de los intereses de los propietarios avecindados en Ñuñoa hace
décadas.
Las razones, para el supuesto
apuro que esgrimen algunos, están relacionadas con la necesidad de hacer esta modificación
de plan regulador antes que las nuevas normas de participación ciudadana
empiecen a regir a partir de agosto próximo. Es decir, apuremos, para eludir el
cumplimiento de esa norma pensada precisamente para que no se realicen
actuaciones como estas. Esas son las
tinterilladas que tienen a Ñuñoa sumida en la desconfianza.
Actuando de esta manera desleal
con la Institucionalidad Democrática Chilena, ¿en qué se pretende diferenciar
el Municipio, Alcalde y Concejales de la actitud de inmobiliarias poco serias
que han ingresado solicitudes de permisos de edificación o de anteproyectos en
muy malas condiciones, solo para cumplir con un trámite administrativo de fecha
para poder acogerse días antes a una norma que pensaban que les resultaba
beneficiosa, y que, aceptadas por la DOM, han provocado el reclamo de la
ciudadanía en tribunales?.
¿Quién responderá por los
desaguisados que se generen por esta nueva norma elaborada entre gallos y
medianoche y a puertas cerradas?
Hasta el momento, el único responsable de los perjuicios y angustias
generadas a los propietarios de Ñuñoa, tanto a propietarios como a
inmobiliarias, ha sido el propio Municipio al aprobar el año 2007 un plan
regulador nefasto. Difícilmente se puede pretender que el 2018, actuando contra
el tiempo y en una modificación que contempla todo el territorio comunal, se
logre a la rápida corregir todos los aspectos mal concebidos el 2007.
Las autoridades del Municipio y de la SEREMI debieran comprender que la
certeza jurídica también es anhelada por los propietarios de Ñuñoa, que quieren
tranquilidad en la posesión de sus bienes horizontales, así como por las
inmobiliarias para poder concretar sus proyectos, eso sí, cumpliendo las
normas. ¿Qué certeza jurídica puede existir en Ñuñoa si en octubre recién se
cumplirá un año desde que rige la nueva normativa para el sector norte de Ñuñoa
y ahora se le afectará con esta nueva modificación?
Aparentemente se ha olvidado que
la verdadera certeza jurídica se consigue cuando existe un ambiente de
confianza y respeto entre los distintos actores y no se aplica sólo la ley de
la selva. La confianza sólo se logra cuando se respetan tanto las normas
jurídicas, como las normas éticas y normas sociales.
El plazo de agosto al que tanto
dicen temer, no justifica de modo alguno que no entreguen la información
completa y debidamente comparada, dada la envergadura del cambio que se
pretende hacer; la propuesta de Modificación al Plan Regulador está al debe con
las normas jurídicas y se aleja considerablemente de la lealtad y la debida
transparencia. Si bien todavía no se detectan delitos en el actuar, si se
pueden apreciar faltas administrativas.
El buen actuar de un Municipio
Democrático se debe basar en la lealtad y la transparencia, parte de la
transparencia es decir la verdad y aportar los antecedentes completos a las
instancias correspondientes.
El Concejo de la Sociedad Civil
de Ñuñoa se dio cuenta que, entre confusos textos, plano general y las muchas
zonas graficadas, se intentaba ocultar que esta modificación operaría contra
los vecinos que representa. La nueva Ordenanza disminuye, en ciertas zonas, los
distanciamientos que han sido proporcionales a la altura de edificación, pone
término a la restricción de construir edificaciones sobre 3 pisos enfrentando a
calles de 12 o menos metros y, tanto en las mismas como en otras zonas, se han
reducido los antejardines de 8 a 5 metros; todas
circunstancias que afectan aspectos incluso de salubridad de los vecinos, representados
en conceptos urbanísticos evidentes de asoleamiento, ventilación, privacidad y
sobretodo de seguridad y que esto, adicionalmente, afecta a toda la comuna.
Todos sabemos que meses atrás ya se detectaron casos de tuberculosis en Ñuñoa.
Así difícilmente se construye
confianzas y malamente se podrá, con esta supuesta modificación que en realidad
implica un cambio completo al plan regulador comunal, construir la certeza
jurídica que todos necesitamos en Ñuñoa.
Con una falta de lealtad sin
precedente, a altas horas de la noche del miércoles 27 se liberaron electrónicamente
algunos antecedentes para que el COSOC los pudiera revisar y, aproximadamente,
a las 3:00 A.M. del jueves 28 (a las tres de la mañana), sin aviso previo ni
posterior, se complementaron con otros documentos, sin nunca entregar el
análisis comparado de los cambios que se estaba proponiendo hacer a las
diferentes zonas de la comuna.
En consideración a que los
Concejales ya estaban citados para conocer de la Modificación N° 18 el viernes
29 a primera hora de la mañana, la comisión del COSOC hizo una revisión en el
tiempo disponible con la pobre información entregada y detectó serios problemas,
con las implicancias indicadas precedentemente.
Las observaciones realizadas por
el COSOC se originan en una comisión que sesionó desde las 17:00 y hasta
aproximadamente las 22:45 hrs. del jueves 28, nutrida también por las
observaciones y comentarios enviados por distintas organizaciones y juntas de
vecinos. A pesar del breve plazo de revisión, el informe contiene 23
observaciones relevantes, que evidentemente no cubren el 100% de la comuna pero
que, con las escasas 21 horas de antelación y la precariedad de la información
entregada, sin dudas constituían un documento que debía ser considerado por el
Alcalde y los Concejales en la sesión del día 29 de junio, al menos para evitar
los errores y horrores que implica que se continúe adelante con esta
Modificación, al menos en la forma que se encuentra propuesta. Copia de dicho
informe se encuentra en el siguiente enlace:
Frustración y desazón provocó
entre todos los líderes de las agrupaciones sociales de Ñuñoa que su opinión y
solicitudes no fueran ni siquiera escuchadas por el Alcalde y su Concejo.
Así es como, en esta ocasión, la
Modificación al PRC parece no solo ser un lobo con disfraz de oveja, sino que
también debemos advertir, a los ñuñoínos cercados en su propia comuna, “Timeo
Danaos et dona ferentes”.
El seguir con la Modificación en
su forma actual no tendrá otro destino que su fracaso y ya sabemos quienes han
pagado los costos por esos fracasos Municipales, lamentablemente.