domingo, 4 de abril de 2021

La élite y el precio de la ignorancia en pandemia: Educación, capacidad y sentido común es la verdadera vacuna contra la ignorancia y la falta de soluciones.

 

La élite y el precio de la ignorancia en pandemia: Educación, capacidad y sentido común es la verdadera vacuna contra la ignorancia y la falta de soluciones.

Cuando la élite de un país es regentada por personas que ven en el éxito de tener muchos recursos económicos su verdadera motivación, esto genera ignorancia pues solo se ve el mundo desde un punto de vista, dentro de cientos de ópticas. Agravándose esta situación cuando más encima ese éxito económico normalmente se ha obtenido de situaciones de privilegio o de la aplicación de reglas muy elementales como comprar barato y vender caro o ganarle el quien vive al otro en una lógica propia solo de un miope administrador de finanzas, alejado de la verdadera creación, la investigación o el desarrollo.

Es conocido que la ignorancia, tanto en la élite como en la no-élite, da lugar a disfuncionalidades graves como disminuir gravemente la capacidad de entendimiento, generando incluso violencia, intolerancia y la pérdida de valores como respeto y dignidad.

La disminución grave de la capacidad de entendimiento, parece ser el efecto más grave en pandemia de la ignorancia en la élite, traduciéndose en una incapacidad de escuchar a tiempo, lo que impide tomar medidas oportunas y de manera integral.

Así desde el comienzo de la pandemia eran múltiples las voces que solicitaban fijar cuarentena sanitaria efectiva en las fronteras y el aeropuerto, enviando a los viajeros de entrada que ingresaban al país a residencias sanitarias hasta cumplir el período de incubación. Esto no se aplicó efectivamente y en cambio se aplicaron medidas a medias solicitando solo test PCR a sabiendas que dicho test tiene una alta tasa de falsos negativos, en otros casos se solicitó absurdas declaraciones juradas o hacer cuarentena en su casa, aún si fuesen respetadas, parecía que no importaba contagiar a su grupo familiar. De esta manera el virus penetró rápidamente al Chile profundo.

Después de esta situación lo único que quedaba era una vacunación efectiva.

Meses después cuando se preparaba y se iba a dar inicio a la vacunación masiva nuevamente se alzaron las voces de expertos que indicaban que en conjunto con la vacunación masiva debía ir aparejado fijar una cuarentena sanitaria efectiva en las frontera y el aeropuerto, enviando a los viajeros de entrada que ingresaban al país a residencias sanitarias hasta cumplir el período de incubación, debido ya a la conocida existencia de variantes mucho más peligrosas, incluso en países muy cercanos como Brasil, donde no resulta claro que las vacunas disponible puedan operar en su máxima eficiencia y que estas variantes aparentemente están afectando en su versión grave a otros rangos etarios de personas más jóvenes. De hecho, en nuestra humilde publicación del 2 de febrero de 2021 en la cual incentivamos a que las personas concurrieran a vacunarse, se solicitó a las autoridades que imitaran en este sentido a Reino Unido, Nueva Zelanda, China, Hong Kong e India en enviar a residencias sanitarias a las personas que ingresen al país, sean nacionales o extranjeros.

Recién este jueves 1 de abril de 2021 se indicó que se cerrarían las fronteras a partir del lunes 5 y por todo el mes de abril, incluso los chilenos no podremos salir del país salvo excepciones. Resultando evidente que algo nuevamente no se logra entender, nadie ha pedido un cierre de fronteras que por lo grave de la medida será muy difícil de mantener, la medida requerida es que para las personas que entren al país éstas sean nacionales o extranjeros deben tener una cuarentena sanitaria efectiva y en residencias sanitarias por el período de incubación de la enfermedad. ¿Cuál es el sentido de negar la salida del país? ¿Otra vez tratando de no afectar el negocio aéreo al no tener que hacer viajes ya comprometidos sin su capacidad completa?

También se echa de menos procedimientos claros y efectivos para conductores de camiones con mercadería o tripulaciones de otros medios de transportes, solo se dio a conocer que los conductores de camiones deben traer otra vez un examen PCR, de dudosa efectividad y que además se han detectado falsificaciones. Lo que se requiere es organizar sistemas de turnos y relevos para ese personal esencial que tripulan los transportes, que maximice el poder contar, para dicho personal, con una aislación del resto del país por el período de incubación del virus.

En toda esta comedia de medidas tardías y a medias, nuevamente es la población del país la que debe soportar el aislamiento y cuarentenas mucho mayores a los 14 días que debiesen aplicarse en la frontera, para tratar de aminorar los estragos que están sufriendo ahora chilenos de otras edades, ya sea por la acción de nuevas variantes del virus o por el agotamiento de la población asociado a la pandemia o a nuestra propia ignorancia en estos temas donde se aprecia que es la población la que ha perdido el respeto y la dignidad hacia el prójimo, exacerbada por medidas ilógicas de parte de las autoridades. Hemos sabido que en Ñuñoa nuevamente han existido fallecimientos en hogares de ancianos, aparentemente por contagios entre la primera y segunda dosis.

En esta catarsis no se puede dejar de mencionar el sinsentido del manejo del tema de la educación, donde hace apenas dos semanas teníamos un Ministro presionando torpemente para una vuelta a clases presencial, y ante los reclamos responden vacunando a los profesores. ¿Qué quiere el sector de educación y su negocio?,  ¿crear una variante chilena del virus al facilitar los contagios entre alumnos y sus familias?, resulta evidente que tanto el gobierno como la oposición debería aplicar sobre esa cartera las medidas que permitan que asuma esas labores personal más capacitado para este problema que nos golpea. El gobierno haciendo un cambio de conducción urgente y si no hay un cambio, la oposición debería aplicar para algo útil el método de las acusaciones que permitan acelerar su cambio.

Nuevamente en este orden de ideas hay que felicitar a los alcaldes que no se dejaron encandilar con el retorno temprano a las clases presenciales.

Resulta evidente, que se debe en los siguientes meses preferenciar las clases On-line, para lo cual hay que reforzar mucho más el esfuerzo que se ha realizado de dotar prontamente de medios tecnológicos a los alumnos y profesores que no cuentan con ellos.

Se echa de menos un Ministerio de Educación más preocupado de:

  1. Dar las facilidades tecnológicas al alumnado y al profesorado para que tengan las herramientas tecnológicas para hacer clases on-line.
  2. Analizar y dar una solución a la situación de colegios y otros sistemas educacionales que en sus aulas manejaban cantidades mayores a 40 alumnos por curso, pues eso difícilmente se podrá repetir en el futuro.
  3.  Fomentar la presencia física del alumnado en laboratorios y en cursos de términos de ciclos educacionales, que es lo que se podría lograr haciendo un esfuerzo de los colegios, docentes y apoderados para dividir estos cursos de manera que se reúnan en el colegio y sus salas en grupos pequeños de alumnos que en forma imprescindible deben asistir para cumplir con el plan educativo al menos en término de ciclos.

Parece que transversalmente las autoridades no logran comprender que esta es una carrera de fondo, muy muy larga, que nos tiene a todos cansados, pero no hay que desfallecer y debemos seguir exigiendo a nuestras autoridades y a nuestro prójimo el tomar medidas oportunas y acorde a las circunstancias.